Claves para detectar la rotura de la cadena de frío

La logística del frío es fundamental para la economía mundial. Sin su adecuado funcionamiento, la supply chain perdería cientos de miles de mercancías cada año. Las cadenas de frío preservan los productos con el fin de mantenerlos en buen estado para su posterior entrega al consumidor final.

Algunos de estos artículos, como los pertenecientes a la industria alimentaria o farmacéutica, no podrían sobrevivir sin operadores logísticos que se ocupen de sus necesidades especiales. Por ejemplo, el mercado de alimentos congelados, a nivel mundial, ocupa un tamaño valorado en 177.070 millones de dólares, según un informe de Grand View Research. Se estima, además, que este sector aumente entre 2022 y 2030 a una tasa de crecimiento anual compuesta del 5,2%, lo que representa la importancia del sector para la economía mundial.  

Por ello, contar con expertos que desarrollen de forma correcta esta actividad logística, tan importante para las mercancías que requieren sistemas adecuados de refrigeración, es imprescindible.

 

Problemas frecuentes en la cadena de frío

Mantener la cadena de frío intacta puede resultar un reto en algunas ocasiones. Gestionar que la temperatura siempre sea la adecuada, incluye asegurarse de que todas las áreas de producción, almacenamiento y transporte cuenten con los mecanismos necesarios para tener una temperatura constante y así evitar que los productos sufran consecuencias no deseadas.

Sin embargo, la logística de la cadena de frío puede afrontar problemas recurrentes en su correcto funcionamiento. En estos casos, es recomendable apoyarse en una red de profesionales que puedan asegurar un transporte y almacenamiento óptimo para sus actividades. Entre los problemas más comunes encontramos:

-Packaging inadecuado. Esto puede producir que las mercancías no se conserven a la temperatura adecuada, provocando que los productos puedan perderse, en consecuencia obligando a retirar toda la carga.

-Saneamiento inapropiado. En este tipo de artículos el control sanitario es vital. La falta de calidad sanitaria en el entorno puede derivar en daños irreparables en el producto y que el consumidor final se vea afectado.

-Cambios en la temperatura. Establecer controles para detectar cualquier cambio en las temperaturas y cualquier fluctuación exterior ayuda a prevenir las roturas en la cadena de frío y que la carga no se pierda. 

-Demora de los envíos. Pueden surgir muchos contratiempos que imposibiliten que las mercancías lleguen en el tiempo establecido. Contar con una buena gestión logística puede ayudar a que estos se reduzcan, pero también es necesario contar con medidas alternativas y planes para actuar de forma rápida en estos casos.

 

Tres puntos críticos para la cadena de frío

Mantener la cadena de frío en cada parte del proceso es crucial para no producir daños en la calidad del producto. Sin embargo, hay ciertos eslabones que presentan puntos críticos para que esta no sufra una rotura.

-Carga y descarga. Esta parte del proceso logístico es necesaria realizarla a la mayor velocidad posible para procurar que la carga no se exponga de forma prolongada a temperaturas inadecuadas para su correcta conservación.

-Almacenamiento.  Las naves deben tener las herramientas necesarias para asegurar que la cadena de frío no se rompa, además de mecanismos de control para detectar problemas en su funcionamiento y así poner remedio al problema antes de perder las mercancías o que estas se dañen.

-Transporte. Contar con servicios de trazabilidad y control en los viajes puede ayudar a detectar los cambios en las temperaturas y modificarlas para que estas sean óptimas.

 

Trucos para detectar la rotura de la cadena de frío

Existen diferentes instrumentos para detectar cuando la cadena de frío está a punto de romperse. Fijarse en algunos elementos que se emplean de forma frecuente en el proceso logístico de los congelados podría marcar la diferencia.

-Packaging en mal estado. La detección de errores en el envase de los artículos podría significar que este no se ha conservado de forma adecuada. Algunos errores que se pueden detectar son roturas, desperfectos o humedad excesiva, entre otros.

-Escarcha en el embalaje. La forma más sencilla de detectar una rotura es la presencia de hielo o escarcha en el paquete. Esto se debe a que su presencia significa que, en algún momento, la mercancía se ha descongelado y después se ha vuelto a congelar.

-Aspecto del producto. Que la carga tenga falta de rigidez, como en los alimentos, significa que ha empezado a descongelarse y que la temperatura no es óptima.

-Duración del periodo de descongelación. A la hora de proceder a la descongelación de una mercancía, que esta tarde menos de una hora, puede dar algunas pistas sobre la posibilidad de que se encuentre en mal estado.

-Color del producto. En el caso de los alimentos, si a la hora de partirlos presentan un color diferente en el interior del exterior, puede concluirse que se ha podido romper la cadena de frío.

Tener una empresa que proporcione el almacenamiento y transporte más adecuado para estos productos es crucial en este sector. Soapa Europaofrece los mejores servicios de logística internacional de cargas a temperatura controlada, para que la cadena de frío nunca se rompa. Focalizados en la distribución y almacenaje en España y Portugal, son un sello distintivo de la logística de la cadena de frío.

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